Cuando llegan los problemas, hay quienes tratan de huir y quienes se quedan paralizados por el miedo.
Cuando el Vesubio explotó en el año 79 d. C., arrasó Pompeya.
Murieron más de 5000 personas que quedaron sepultadas bajo la lava.
Muchos encontraron la muerte huyendo mientras otros se escondían en sus casas. Algunos acabaron acurrucados, abrazándose por el terror de enfrentarse a algo que les superaba.
Todos esperaban que alguien les salvase o que todo aquello pasara lo antes posible para volver a tiempos más fáciles.
2022 no va a ser más fácil.
Lo sé porque en estos dos últimos años han pasado muchas cosas... pero aún faltan los terminator, la invasión extraterrestre y el meteorito.
Podéis tratar de correr o esconderos. Podéis intentar esperar a que alguien os salve o a que todo pase lo antes posible. Quizá tengáis suerte.
Sin embargo, también podéis elegir ser valientes.
Podéis enfrentaros a lo que venga sin importar el miedo.
Podéis ser vosotros quienes se mantengan firmes y planten cara a las dificultades.
Sed vosotros los héroes que otros necesitan.
No tengáis miedo de lo que pase en 2022.
Decidle al 2022 que se prepare, porque se enfrenta a vosotros.
Yo no me rendiré.
Porque, cuando el Vesubio explotó hace casi 2000 años, hubo unos pocos que no huyeron, ni se escondieron, ni esperaron aterrados.
Tenían tanto miedo como los demás pero le plantaron cara al terror y a la muerte. Supieron mantener la calma cuando los demás perdían la esperanza.
Murieron igual que los demás.
Pero lo hicieron como valientes.
Y yo prefiero ser recordado como uno de aquellos valientes.
Feliz 2022.